26 de Abril de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

RAZONES: ¿REALMENTE FESTEJAMOS ALGO POSITIVO EN SEPTIEMBRE, MES DE LA PATRIA?

DR. ARTURO JARAMILLO PALOMINO

@ArturJaramilloP

 

Valioso amigo-amiga que tiene la atención de leer estos párrafos. Gracias.

Trataré, como siempre, de intentar plasmar en forma escrita lo que la gran mayoría de mexicanos-veracruzanos expresan, ahora que tengo la oportunidad de acudir a otros lares y escuchar el clamor sincero y honesto de esta generación de ciudadanos que no acaba de entender.

Tradicionalmente nuestro sistema político ha marcado épocas, fechas y pro-hombres o mujeres que se distinguieron por su tenacidad en su convicción de aportar, inclusive la vida misma, por luchar contra lo que ha impedido el desarrollo, libertad, progreso en la búsqueda del bien común, ante nuestro país y de los mexicanos.

Escuchar eruditos historiadores, más en estos días, de cómo ha venido desarrollándose la historia de la Independencia es además de interesante muy apasionado que obliga a reflexionar que esa herencia de bienestar nos orilla, por no decir que estamos obligados a defender por los medios y oportunidades que nos sea posible.

Reconocer héroes y su pasión al luchar y dar su vida, por nuestro país, nuestro México con una riqueza en la valentía de sus hombres y mujeres, es esplendoroso y ejemplo en el mundo actual. Nuestro Veracruz es parte de ese mosaico que participa en la lucha con distinguidos hombres y mujeres.

Épocas de nuestra Independencia, dizque para celebrar un año más este mes, y parte de esta historia, es la Revolución Mexicana. La época reformadora del Estado Mexicano, encabezado por el Benemérito Juárez, en la cual separa el poder de la Iglesia Católica del poder del Estado. Recordar otra época, cuando se reintegra al país, la propiedad del petróleo, que en aquellos días estaba en manos de empresas depredadoras extranjeras. El ilustre librepensador Lázaro Cárdenas del Río, militar, pero con una convicción nacionalista y de justicia, expropia el petróleo para el bien de México en 1938. O bien, otra época que cubrió de gloria al país, con López Mateos, ilustre librepensador, que nacionaliza la industria eléctrica para arrebatarla de manos de empresas extranjeras.

Hoy, como otra época, diferente por el proceso de evolución, México es diferente, por lo que un servidor, como muchísimos millones de mexicanos preguntamos ¿qué celebramos en este mes de la patria, nada de la patria?

¿Por qué lo expreso así? Simplemente porque hay un país en retroceso. Lo que se había ganado derramando sangre, hoy con las reformas estructurales del señor Presidente de la República, Lic. Enrique Peña Nieto, aprovechándose del poder presidencial, con base en el Art. 27 constitucional, que hace al Ejecutivo el señor y dador, donde él solo puede otorgar las concesiones para explotar y usar los recursos de la nación y delegar la prestación de servicios exclusivos del Estado, como minas, bancos, carreteras, aguas, litorales, hidrocarburos, espacio aéreos y muchos etcéteras, son los hermosos privilegios del Sr. Presidente, tan solo con el poder de su firma. Para amolar más, hizo caso omiso al Art. 105 constitucional, donde se contemplan las controversias, donde el “dizque” poder legislativo se le deposita la espada y escudo para impugnar leyes contrarias que emitiera el ejecutivo, pero, otro pero, les valió madre, tanto el Ejecutivo como los traidores de los legisladores de los principales partidos políticos, quedando bajo la obediencia y subordinación al Señor Presidente, confirmando que siempre han existido y existirán los hambrientos del poder, cualesquiera que sean, que traicionan absolutamente todo en aras de su apetito perverso y fementido.

¿Qué diría, por ejemplo, el cura Hidalgo, que luchó junto con otros insignes patriotas y héroes de nuestra Independencia? Hoy, con las reformas de Peña Nieto, volvemos a depender del poder del capitalismo, de los neoliberales, dependemos políticamente de los gringos en todo, más aún en el aspecto alimentario, es decir, retrocedemos.

¿Qué diría Zapata, que luchó para que los campesinos fueran dueños de sus tierras, y ahora los dueños serán extranjeros, todo como resultado de esa estúpida y traidora reforma energética?

Ya no se sembrarán alimentos, ahora se recogerá tierra llena de petróleo y chapopote.

¿Qué diría Juárez, con las reformas entreguistas del Estado Laico, otra vez en manos de la Iglesia Católica? ¿Qué diría el hombre que expropió el petróleo a las compañías extranjeras, depredadores en todo y que hoy, Peña Nieto, devolvió esa riqueza, esa soberanía y nuestra independencia, otra vez a los mismos enemigos? ¿Qué diría López Mateos, que nacionalizó la industria eléctrica y que nuevamente, Peña Nieto devolvió a esas compañías explotadoras?, y así podríamos continuar, con más y más disposiciones políticas que van en contra del progreso, de la independencia, de nuestra soberanía nacional.

 

Se impuso una dictadura perfecta, y están organizando, entre otros grupos, de los tres niveles de gobierno, la continuidad de sus proyectos, a base de traiciones, de chantajes, de espionaje y de limitar la libertad.

 

¿Realmente habrá algo que festejar en este mes de septiembre, mes de la patria?

Recordar a los héroes, en ceremonias organizadas a la carrera, al trancazo, con discursos huecos y demagógicos, ahora es parte de la simulación, mientras el grupo en el poder sigue construyendo la pérdida del país en muchos sentidos.

 

¿Qué les espera a las generaciones futuras? Me refiero a los que hoy tienen unos ocho años y que les corresponderá ser conductores del país, reorganizando todo lo chueco de hoy y que tienen una gran culpa eterna, los políticos jóvenes de esta generación que bien pronto se pudrieron.

¿Qué festejamos amigo-amiga?

 

 

 


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